Edward Mordake
Un chico británico en sus veititantos, viene de una familia adinerada que vivió en el siglo XIX donde la deformidades era lo mas aberrante y mórbido que se podía ver, claro no se tenia la misma comprencion y desarrollo intelectual que hoy en día.
Edward tenia que tener un hermano mellizo que al final fue siamés el cual venia pegado a el , en la parte posterior de la cabeza. En lugar de tener su cráneo cubierto de cabello tenia una pequeña cara.
Obviamente la gente lo miraba asqueados, los únicos que lo querían eran sus padres por que Edward era muy buena persona e inteligente pues sabia tres idiomas pero claro las clases las obtenía en casa.
Describirlo es difícil pues en teoría y lo que decían los doctores el hermano siamés esta muerto , es solo una pequeña cara de tras de su cabeza pero cuando Edward sonreía la pequeña cara frucia el ceño incluso abría la boca como balbuceando, era un espectáculo horrible que hasta la gente que lo conocía se limitaba a reír con el. De igual manera cuando lloraba el rostro parecía sonreír, en pocas palabras cada vez que Edward tenia una emoción la carita plasmaba emociones contrarias, los ojos seguían a las personas que lo miraban
Edwuard no era feliz, quería que le extirparan ese asqueroso rostro pero en ese tiempo las cirugías eran antihigienicas peligrosas, de carnicería aparate que no se atrevía ningún doctor de reino unido a ejercer tal operación por que todos sabían cual iba ser el resultado. Sus padres no dieron luz verde, pues no iban arriesgar la vida de su apreciado hijo.
Pero era muy infeliz, estaba aterrado por que esto era mas allá de su deformidad. El quería callar ese rostro que le susurraba en sueños, decía cosas asquerosas y aberrantes lo incitaba a hacer maldades a otras perdonas incluso le propuso lastimarse a si mismo.El juraba que era un demonio lo que estaba con el, Edward ora pero cuando lo hace siente un dolor insoportable como si le fuera estallar la cabeza. La voz que taladraba su mente empezaba a ser congruente, cierta, que aveces la obedecía .
Hasta que un día Edward se siente haber despertado de un profundo sueño mira a su alrededor y no sabe donde esta, aturdido se talla los ojos pero las siente húmedas y frías al contemplarlas frente a el observa el liquido rojo escurriendo en ellas y a unos cuantos pasos desplomada la figura de una mujer que parece ser una prostituta con las entrañas afuera, aun costado de su cuerpo es como si fuera el cuerpo solo un cascaron. Asustado corrió, afortunadamente no había amanecido y nadie lo podía ver, reconoce el camino hacia casa y lo sigue, se asea y a hurtadillas va hacia la habitación del medico que vive con el para su propio cuidado y servicio.
Edwuard ya sabia mucho sobre fármacos y encuentra una opción de salida, con una sobredosis termina con su sufrimiento no si antes escribir una carta de despedida para sus padres pidiendo perdón por quitarse la vida pero que ya no soportaba mas la situación su siamés diabólico lo estaba utilizando como un títere y tenia que acabar con eso. Su ultima petición fue que antes de sepultarlo le cercenaran el rostro para que pudiera descansar en paz.
